viernes, 10 de octubre de 2008

Esos malditos mercados-Esteban b.


Esta nota la escribí luego de que un libro sobre los "mercados" me ayudara a entender un poco el funcionamiento de las bolsas y las finanzas internacionales. Los posteo porque los quilombos bursátiles que a diario vemos por TV, me hicieron acordar esos momentos de grata lectura.

Hay un lenguaje técnico y especializado que utilizan los analistas económicos que suele escapar al entendimiento del lector común. Si uno hojea el diario Ámbito financiero, se da con secciones que están hechas pura y exclusivamente para lectores entrenados en la materia. Y existen muchas expresiones frecuentemente repetidas en artículos de tales características que no dejan de llamar la atención. Por ejemplo, los que hacen referencia “al humor”, el “optimismo”, el “capricho”, la “confianza”, el “enojo”, la “volatilidad” y la “locura” de los mercados.
Pero, ¿Qué son los mercados? ¿Quiénes son? ¿Qué hacen? ¿Por qué se habla de ellos como si fueran seres humanos que se contentan, se entristecen y se enojan? ¿Por qué todo gobierno que asume debe brindar “buenas señales” a los mercados? ¿Son verdaderamente tan importantes? ¿Constituyen un peligroso poder en las sombras? ¿Están sobrevalorados? Preguntas y preguntas que en parte encuentran respuesta en las páginas del libro titulado Golden Boys. Vivir en los mercados de reciente aparición; el autor es Hernán Iglesias Illa, un joven periodista argentino radicado en Nueva York y que fue, entre otras cosas, editor del Wall Street Journal.
Iglesias Illa escribe una crónica de los argentinos que trabajan en el centro de las finanzas mundiales: Wall Street. El autor sostiene que son aproximadamente entre 300 y 400 los compatriotas que ganan millones de dólares apretando botones de computadoras y decidiendo qué bonos comprar y qué bonos vender (“tradeando” en el vocabulario de las finanzas). Ellos llegaron a Nueva York y se convirtieron en los niños codiciados de empresas como J.P. Morgan o Goldman Sachs.
Iglesias Illa dice que los traders argentinos tuvieron su apogeo durante los años 80 y los 90, cuando los bonos de deuda latinoamericanos comenzaron a rendir beneficios extraordinarios a los inversores de todo el mundo. Actualmente, sostiene el autor, los argentinos han perdido su lugar privilegiado de antaño, el cual ha sido ocupado por los “nerds” asiáticos.
Una de las partes más interesantes de este hermoso texto es cuando el autor trata sobre el descalabro financiero de 2001. Allí, por medio de testimonios de traders, ex funcionarios (¡Domingo Cavallo entre ellos!) y reconocidos analistas, Iglesias Illa intenta esclarecer este oscuro período de la historia reciente. Se ha dicho de todo sobre el asunto, hasta las cosas más estúpidas e infantiles. Cada ciudadano de este país ha elaborado una teoría explicativa del “corralito” y del hundimiento de la economía.
El autor de Golden Boys, en cierta manera, toma distancia de los que insisten en que hubo una conspiración foránea para voltear al país. Me interesa la postura de Iglesias Illa ya que él no ofrece explicaciones unicausales, sino que apela a las múltiples variables que se conjugaron e hicieron que llegáramos a ese punto de inflexión que fue diciembre de 2001.
“Tradear”, “jechear”, “shortear” y un sinnúmero de expresiones relacionados con las finanzas- extraños para quienes no estudiamos economía- aparecen en Golden Boys. De repente, el lector que se acerca a este libro comprueba que las actividades de un banquero, un bróker, un economista y un trader son totalmente distintas. Algo que sorprende puesto que para los que no somos entendidos en la materia, creemos en principio que estos términos encierran más o menos las mismas actividades.
Pero la ignorancia en dichos asuntos, alcanza niveles insospechados. Iglesias Illa cita dos recientes artículos escritos por periodistas especializados como Marcelo Bonelli y Oscar Cardoso en los que se pone en evidencia la insuficiente información que estos profesionales manejan. ¿Qué queda para el resto entonces?
En resumen, el libro de Iglesias Illa puede ser leído como una excelente crónica de los argentinos que trabajan en Wall Street, pero también como una sucinta historia de las finanzas de América Latina (Argentina especialmente) en los últimos 25 años. Aunque una tercera lectura no se debe descartar: Golden Boys puede ser sin ninguna duda una pequeña introducción para principiantes, al complejo, imprevisible y apasionante mundo de las finanzas en el mercado mundial.

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