Ahora bien: para conocer el mecanismo psicológico de la mujer, hay que tratar a muchas, y no elegir precisamente a las ingenuas para enamorarse, sino a las "vivas", las astutas y las desvergonzadas, porque ellas son fuente de enseñanzas maravillosas para un hombre sin experiencia, y le enseñan (involuntariamente, por supuesto) los mil resortes y engranajes de que "puede" componerse el alma femenina (Conste que digo "de que puede componerse", no de que se compone).Fragmento de "Causa y sinrazón de los celos" (Aguafuerte porteña) de Roberto Arlt.
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Hace 8 horas
1 comentario:
No mitigues el aplauso en noches de candor, como decía Pettinato, "un aplauso para el asador." El Aplaudidor.
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